Qué es la automatizacion industrial

Vivimos una etapa de cambio protagonizada por los imparables avances tecnológicos. El mercado de las soluciones y herramientas digitales fluctúa de manera constante en busca de la eficiencia y la productividad, y el sector de la industria se ha visto considerablemente afectado por esta evolución imparable. Ante este escenario, el planteamiento es obvio: ¿Qué es la automatización industrial, cuáles son sus beneficios y qué papel juega la seguridad?

¿Qué es la automatización industrial?

Para explicar de un modo comprensible qué es la automatización industrial, podemos hablar de la incorporación de una serie de elementos tecnológicos en los procesos productivos. Su objetivo reside en hacer más eficiente el control de esos procesos, además de desarrollar tareas repetitivas a través de determinadas herramientas, reduciendo la intervención humana en algunas etapas del sistema.

Elementos clave en la automatización industrial

Pero si hay una cuestión clave que resulta de ayuda a la hora de entender en qué consiste la automatización industrial, es el conocimiento de los propios elementos físicos que la componen. Sin entrar a valorar en profundidad cada una de estas herramientas que forman parte de los procesos automatizados, conviene señalarlas como parte indispensable en esta transformación:

  • Elementos de robótica.
  • Redes neuronales artificiales.
  • Elementos de supervisión y obtención de datos.
  • Interfaz de las herramientas.
  • Sensores y detectores.
  • Controladores lógicos programables.
  • Sistemas de control distribuidos.

Cómo llevar a cabo la automatización industrial en una organización

Pese a la necesidad de afrontar esta evolución, todavía son muchas las organizaciones que no han dado el paso hacia la automatización industrial. Como toda gran transformación, la implementación de estas soluciones requiere de un proceso a medida en base a las necesidades y exigencias de la empresa, su sector y su mercado. Este proceso se puede dividir en las siguientes fases:

Análisis de situación

El análisis de situación permite a la empresa valorar el momento en que se encuentra, determinar cuáles son sus necesidades concretas y establecer un orden de prioridades al respecto. Esta etapa es la base de la automatización industrial en una organización, por lo que conviene abordarla de forma detallada y meticulosa.

Planificación del proceso

En base al punto anterior, la planificación debe englobar principalmente los objetivos que se pretenden alcanzar a través de la automatización de procesos. Al mismo tiempo, en este momento se deben abordar cuestiones como la inversión a realizar o los plazos de tiempo esperables. En resumidas cuentas, se trata de diseñar el resto del proceso de transformación.

Selección de herramientas

Una vez se han identificado las principales necesidades del negocio y los objetivos que se deben cumplir, corresponde llevar a cabo una búsqueda de herramientas en el mercado. No se trata de seleccionar únicamente los elementos físicos anteriormente mencionados -ésta es la cuestión más sencilla-, sino principalmente los hardwares a través de los cuáles se va a operar a partir de la automatización.

Integración en las instalaciones

Tras un profundo trabajo de investigación de mercado, llega el momento de implementar las soluciones escogidas en las instalaciones de la organización. Este punto de la automatización industrial puede ser especialmente complicado para las empresas, ya que implica un proceso de aprendizaje y adaptación por parte de los empleados, que en ocasiones son reticentes al cambio.

Monitorización de los resultados

Finalmente, una vez se han implantado las automatizaciones en los procesos, es imprescindible realizar un trabajo de seguimiento y monitorización para garantizar su correcto funcionamiento. Ésta debe ser una tarea permanente, como parte de las acciones de mejora continua, ya que permite identificar oportunidades de mejora en la producción a través de la tecnología.

Cuáles son los niveles de la automatización industrial

Desde un punto de vista más técnico, la automatización industrial comprende una serie de niveles que suelen expresarse mediante una pirámide. Las fases que la componen son los siguientes elementos tecnológicos, que permiten automatizar los procesos y que se agrupan en función de su impacto y relevancia en los sistemas:

  • Gestión: compuesta por programas y aplicaciones de dirección de procesos, los softwares conocidos como ERP.
  • Planificación: desde donde se controlan todos los datos recopilados para poder aplicarlos al proceso productivo.
  • Supervisión: los puntos de control desde donde se obtienen los datos analizados en el punto superior.
  • Control: que agrupa las estaciones lógicas en las que tiene lugar la automatización de procesos.
  • Campo: compuesto por elementos físicos como detectores, sensores y otras tecnologías al servicio de la automatización.

Beneficios de la automatización industrial

A estas alturas, los beneficios de la automatización industrial son fácilmente perceptibles. No obstante, el hecho de que se requiera de una inversión considerable puede suponer un hándicap a la hora de dar el paso definitivo. Sin embargo, conviene tener claras todas estas ventajas porque, al fin y al cabo, de ellas depende la competitividad de una empresa en el mercado actual.

Flexibilidad y escalabilidad

Por lo general, las soluciones digitales que se aplican en el ámbito industrial suelen ser escalables. Se trata de herramientas flexibles que se adaptan a las necesidades de cada organización y a su crecimiento, independientemente de si presenta variabilidad productiva a lo largo del tiempo por el sector al que pertenezca.

Incremento de los sistemas de seguridad

La mejora de la seguridad en los procesos industriales automatizados es algo tan evidente como imprescindible. Si bien es cierto que esta cuestión es algo totalmente exigible, dadas las prestaciones que puede ofrecer la tecnología, no se puede descartar como una ventaja indiscutible de su aplicación en las instalaciones laborales.

Simplificación en el seguimiento de procesos

Al digitalizarse, todos los procesos quedan conectados, lo que permite hacer una monitorización continua del sistema productivo, tanto a nivel individual como en conjunto. Nuevamente, esto permite identificar e implementar mejoras de modo más eficaz y eficiente, lo que deriva en un crecimiento constante de la organización.

Ahorro de costes

El ahorro de costes es uno de los objetivos principales de la automatización industrial y, a su vez, consecuencia directa del aumento indiscutible de la eficiencia productiva. En la mayoría de ocasiones, ésta es una de las razones principales por las que las empresas acaban dando el paso hacia la digitalización de sus procesos.

Mantenimiento a distancia

En el sector industrial el mantenimiento es una actividad imprescindible y constante. Ahora bien, ¿en qué puede mejorar el mantenimiento a través de la automatización? Principalmente, brinda una reparación más ágil, que en ocasiones puede resolverse mediante una simple actualización de sistemas y, lo más importante: se puede operar desde la distancia, lo que permite centralizar esta tarea.

Aumento de la eficiencia productiva

Ya se ha indicado anteriormente, pero la eficiencia productiva merece mención aparte por su relevancia en la automatización de procesos. Y es que hablamos de la ventaja más visible en esta transformación, ya que permite producir reduciendo el tiempo y la inversión, en mayor cantidad y, sobre todo, con mejores resultados con respecto a la calidad.

Menor impacto medioambiental

Otra de las grandes preocupaciones que tiene -o debería tener- cualquier empresa en el sector industrial es el impacto medioambiental que provoca. Gracias a la implementación de mejoras tecnológicas es posible monitorizar datos como las emisiones de CO2 y reducirlas, lo que potencia todavía más la necesidad de cambio.

La importancia de la seguridad en la automatización industrial

Tal como se ha explicado, la seguridad es una de las cuestiones que se han visto mejoradas a través de la automatización industrial. Sin embargo, la implementación de nuevos elementos tecnológicos ha generado nuevas necesidades en materia de protección, para lo que se requiere la actuación de expertos, como Positive Engineering, a la hora de afrontar estas exigencias.